Morir de amor

A quien madruga Dios ayuda; Era muy de madrugada cuando descubrí un billete sobre el suelo, había madrugado y lo levanté como si de un premio se tratase. Luego no pude menos que pensar, que quien lo había perdido en la oscuridad había madrugado aún más que yo, de lo cual deduje que si madrugas mucho, Dios te ayuda, pero sólo a perder billetes y horas de sueño.
Cuando decidí que Dios no existía dejé de hablar con él, aunque sus defensores y procuradores seguían dando la lata con las ventajas de tener línea directa, con nada menos que el padre creador de todas las cosas. Dios es amor decían siempre, y es tanto el amor que nos tiene, -insistían- que dedica gran parte de su imaginación y su tiempo en idear situaciones que nos hundan la vida; Que nos rocíe la existencia con grandes gotas de fértil amargor, nos despoje de seres que nos son queridos, o nos maree con sistemas democráticos que nunca lo son, no son otra cosa que pruebas de amor infinito, -insisten- nos hacemos mejores cada vez que logramos sobrevivir, y así, al ir poco a poco haciéndonos mejores, nos vamos preparando contra las siguientes zancadillas.
Y ¿Para qué discutir con ellos? Me quedaré sin poder preguntarles, y por tanto, sin saber dónde y cuándo se supone que tendrá lugar aquella existencia futura para la cual se presupone que estaremos mejor preparados, porque si se trata del tan cacareado y ya obsoleto cielo o paraíso ¿Para qué tanta preparación si se supone que en tal destino final nunca ocurre nada de nada? ¿O es que también exigen competitividad allá arriba?
No fue por nada personal, pero Dios eligió a los judíos, y desde entonces son ellos y no otro, el pueblo elegido. Visto así, parece que Dios ama profundamente al pueblo preseleccionado, pues los eligió para que se cargaran a su único hijo, y luego los dejó sin suelo y los repartió en partes desiguales sobre los países que más los codiciaban. Posteriormente no dejó pasar ni medio siglo sin que hubiera matanzas o pogroms hasta que los nazis se fijaron en su dinero, momento a partir del cual puede apreciarse en toda su intensidad, magnitud e intencionalidad, el profundo e infinito amor de Dios hacia su pueblo elegido, y que aquí no estamos ni mucho menos cuestionando.
Hay que admitir que hay algo poderosamente atractivo en el hecho de haber sido usado y pateado por la vida, y es que no nos pueden quitar lo que no hemos bailado, y que uno sería más tonto de lo que lo pueda ser actualmente, si la vida pasada hubiera sido un lecho de rosas; A la fuerza, ahorcan.
Mi mayor deseo en este mundo, es que si Dios escucha a alguien, escuche antes y mejor a aquellos que le piden cosas para ellos, pues yo lo único que le pido, es que intente quererme menos.
Colección: Los relatos de primavera.
Primera Publicación: Año 2023.
Nota: Foto de Dids .: https://www.pexels.com/es-es/foto/primer-plano-de-un-dolar-estadounidense-3635539/